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martes, 20 de noviembre de 2018

Miserable

Te escribo esto por acá, con la enorme esperanza de que nunca lo leas porque tu inestabilidad psicológica podría destruirse en un click.

Hace poco te dediqué un texto; "Chocolatada con sabor a secundario"; donde te decía lo mucho que te apreciaba, lo incondicional que te era, lo insuficiente que todo te resultaba, destacaba muy frenéticamente los esfuerzos, los altibajos y tu resiliencia.

Lo hice porque te necesité. Estuviste un rato, y te fuiste.

Porque uno en depresión necesita de apoyo. Y tu apoyo, como el de otros más, fue fugaz.

Hoy, que estoy bien, que estoy feliz, que por más de tener un salario de $7.000 y poca gente al lado, que me siento lleno y contento de no contar con personas que no supieron tener humanidad conmigo, te lo digo con todas las letras: ME DAS PENA.

Me das pena porque supiste ganarte mi mayor aprecio y, al mismo tiempo, el mejor de mis desprecios. Porque te creíste demasiado, cuando eras, y seguís siendo, una pena.

Porque no tenes fortaleza, porque necesitas de otros, porque absorbes todo lo bueno de una persona, porque adoptaste el mismo comportamiento de tu madre, que es lo mismo que vos pero potenciado a la millonésima.

Te lo voy a decir muy clarito:

Conociste a un flaco, te volvió loca, sacrificaste y dejaste que tus cercanos sacrificaran lo mejor de ellos solamente para ayudar a ese flaco. Tuviste un hijo, que nació con un único 'defecto' para vos: ser hijo de ese flaco. Por consecuencia de laburos que fueron y vinieron de ese flaco, dejaste a tu hijo con tus padres, siendo esto, en una sana opinión de tu hijo mismo, lo mejor que pudiste haber hecho por él.

Seguiste adelante una vida de mierda, no acompañada de aquel tipo, sino atrás de él. Porque de tanto alegar que "lo bancabas en todo", vos sola te mantuviste a la sombra de él, cayendo muy bajo, inclusive más bajo de lo que él pudo haber caído en aquel momento que vos sabes bien cual es.

Tuviste una hija, una hija que no tuvo la misma suerte que yo, por desgracia.

Y a ambos, a tu hijo y a tu hija, les transmitiste un mundo plagado de discusiones, de doctrinas, de reglas absurdas que ni tu propio viejo justificaba. Pero afortunadamente, tarde o temprano me empezó a chupar todo un reverendo huevo. Tanto vos como tus problemas y tus discusiones con él.

Soporté las peores comparaciones tuyas y de tu vieja. No querían que me parezca a él en ningún sentido, me taladraste la cabeza toda tu vida. Vos y la imbécil de tu vieja.

Tiempo después, se murió tu viejo y vos te viniste abajo. Lo único que pudiste hacer bien en ese entonces, fue separarte. Pero ignoraste diferenciar lo que era separarte de él, a separarte de lo bueno que tenías alrededor. Porque al menos, a nosotros nos tratabas bien. Porque siempre cuando necesitábamos un refugio, estabas. Ahora, nadie te banca.

Y, para mí, cuando te separaste estaba contento. Contento por vos. Sin saber lo que se me iba a venir encima.

Me destruiste más de lo que estaba al seguir comparándome con mi viejo, porque ahora que él no estaba, tenías todo el tiempo y espacio del mundo para hacérmelo notar. Me dijiste que por mi abuelo yo TENÍA que aprobar el secundario, que era una vergüenza si me llevaba una materia, que decías que no iba a poder porque terminé ese año con UNA materia en Diciembre, que la rendí en la primer fecha y terminé entre los mejores promedios del colegio en el último trimestre, y cuando terminé el secundario, no me alegró terminarlo, me alegró saber que te podría refregar la nota, el certificado y el título por la cara. Y fue lo que hice, y cuando lo hice, te pusiste mal porque "una vez que logré algo en mi vida y me lo venís a contar así"... 18 años tenía, estúpida. Apenas empieza mi vida.

Afortunadamente tenía a la brasilera que, bien mala que fue nuestra relación y bien que ella se desgastó tanto, me sacó adelante un montón de veces. Porque si no era ella o los pibes, no era nadie. Porque a vos te importa más la burocracia que el esfuerzo. Porque no premias nada ni a nadie.

Apenas terminaron las vacaciones, empezaste a EXIGIRME que me inscriba en una carrera y que me busque un laburo porque vos "no me podías mantener". Pero después te ibas de vacaciones a la costa con tu hija y te gastabas la vida.

Me inscribí en psicología, en el C. B. C. Conseguí laburo en una estación de servicio por cuatro lucas de mierda. Y afortunadamente para vos y tus expectativas de mierda depositadas en mí, recursé todas las materias y duré un mes en esa estación.

Pero posteriormente te dolió saber que había agarrado un laburo en un Instituto como profesor de inglés, donde estuve 4 años y empecé a hacer lo mismo que vos hacías, pero mejor. Porque sos una maestra de mierda, porque presumís tus 4 horas de mierda en frente de pibes que nunca te bancaste, tratándolos mal, enseñando como se te canta porque es un colegio de villa y tanto vos como todas ahí, se sienten libres de dar su material como se les canten los ovarios.

Y a partir de ahí, el estudio.

Porque tenía un laburo donde sacaba buena guita al mes, por cuatro años, que me daba tranquilidad y decisión sobre lo que quería hacer, me dio tranquilidad económica y personal. Necesitaba laburar porque vos no me querías dar nada más que el techo y la comida (ponele).

Y me decías que de mi vida no hacía un carajo, porque no estudiaba ni tenía un laburo en blanco. (Porque ahora que tenía laburo, me subía el limbo y TENÍA que ser un laburo en blanco, sino... no se aprobaba)

Y a todo esto, empezaron mis epifanías. Me di cuenta de cuan mala madre sos. ¿Cómo? Viendo las cosas desde afuera, porque como quedé soltero y empecé a tener otra rutina, no pasaba tanto tiempo en casa contando el laburo. Porque antes estaba cegado.

Y sí, sos mala madre, te guste o no te guste. No sabes ser madre, dedicate a otra cosa. Nunca planeaste tener hijos, llegaron cuando llegaron y "eso está bien porque nos amas". ABORTO LEGAL, SEGURO Y GRATUITO, LA QUE TE RE PARIÓ.

Sos mala madre porque por consecuencia de las decisiones que tomaste en tu vida, tu hija las pasa como las pasa. Porque derivas la responsabilidad de lo que le pasa a causas como "la mudanza", "la muerte de su abuelo", "el padre no está", "el hermano no la ayuda".

Y no es así. Porque todo trasciende de la pedagogía y las secuelas psicológicas. Sos maestra, estudiaste eso, deberías saberlo.

La mudanza fue una consecuencia, y ella lo sufrió porque vos la sufriste, porque en un principio no querías mudarte a ningún lado, y tu malestar se lo transmitiste a ella con tus acciones cotidianas. Con la muerte de tu viejo, es lo mismo. Si ella era feliz con su abuelo, ¿por qué te aferras solamente a eso? ¿Significa que ahora nada le puede dar felicidad? ¿Significa que vos no le podés dar lo mismo a ella? ¿O mejor? A vos te dolió más que a nadie, porque era tu soporte. Pero NINGUNA PERSONA debe ser el soporte de otra, porque la naturaleza humana no funciona así, cada uno es autónomo, lo sentimental acompaña, pero no es una base para construir un muro alrededor de esa persona. A mi también me duele, yo también lo extraño, pero se sale adelante, dejate de romper las pelotas.

El padre no está, es cierto, porque te separaste. Y él fue bastante idiota también, pero ella vive con vos, no hay necesidad ni causalidad de que estes continuamente quejándote de lo que él hizo mal o no hace. Sos la madre, si tanto la querés tener con vos, entendé que lo único que a ella le tiene que importar es que tiene un padre y una madre. Que ambos la aman. PORQUE AMBOS LA AMAN, NADIE LA AMA MENOS O MÁS QUE EL OTRO. 

Y dejá de calificarlo. Él se mando sus cagadas, está donde está, ¿qué más querés? ¿que se muera? ¿que esté mas ausente para tener más motivos para quejarte? Desde su posición hace lo que puede. Y en lo que a mi respecta, es buen padre, porque después de varias reflexiones, conmigo lo fue y lo es. Porque a mi, como padre, me da mil veces más de lo que su papá le dio a él.

Me olvidaba, su hermano la ayuda. La acompaña. Porque es lo único que le va a quedar cuando sea mayor. Es lo único que, para él, es incondicional. Y ella y yo sabemos cuanto te esforzas por algunas cosas, pero sabemos cuan poco te dedicas a otras cosas. Que, tenemos que decirlo, son muchas más las negativas que las positivas.

Te explico por qué:

Te sobra la saliva (y las palabras de "aliento" de tu madre, que yo llamo LAVADAS DE CEREBRO) para escupirnos a tu hija y a mí que haces de todo por la casa y por nosotros que mantenes la casa sola.

Yo, me saco el sombrero. Saliste de muchas situaciones adelante vos sola. Tenes unos ovarios enormes.

Pero te voy a defenestrar, como lo vengo haciendo, con otras. Tenes muy poca empatía. La gente cuando tiene un problema no necesita que le des una opinión de lo que debería haber hecho o que le remarques lo que hizo mal, necesita un oído y un consejo. Tu hija está en plena etapa de crecimiento, se está formando como persona, lo que menos necesita es a la madre que le esté atrás con pelotudeces como dejar la botella abierta en la mochila u olvidarse la boligoma.

Preocupate por su higiene, por su estética, por su educación sexual, por su libertad de expresión, por su diferenciación a tus ideas, por su autonomía.

Date cuenta que tu hija se va al colegio con el pelo tal cual se levanta, porque no sabe peinarse sola. Porque no se baña si no se le dice, porque no sabe limpiarse después de ir al baño, porque no se abastece sola en la mesa, porque no tiene modales, porque no tiene tu soporte en la sexualidad y busca las cosas en internet, y por eso pasó lo que pasó con tantas aplicaciones, porque no sabe respetar, entender o escuchar una idea diferente a la que ya tiene preestablecida (que, por cierto, todo lo que tiene en la cabeza, lo tiene gracias a que vos se lo metiste), porque no sabe investigar acerca del mundo que la rodea, porque hay cosas fundamentales de sentido común que ella no tiene adquiridas, porque no sabe mantener una discusión sobre si misma, porque se desvía de la cuestión atacando a la persona que trata de explicarle o aconsejarle algo, PORQUE CUESTA UN HUEVO HACERLA ENTRAR EN RAZÓN CON CUESTIONES OBVIAS CÓMO INDEPENDENCIA O CRITERIO DE PERSONALIDAD.

Me dijiste mil veces que era probable que ella "no sea del todo normal", que "puede tener un déficit madurativo".

Te tengo noticias: no es del todo normal y tiene un déficit madurativo.

¿querés más noticias? Es tu culpa. Porque no supiste sacarla adelante con su problemas personales, porque si a ella le faltas, le falta el universo. Y no es un halago, es una CAGADA que sea así. Porque si la seguís atando, un día te vas a morir, ella va a tener 50 años y no va a saber que mierda hacer. Tal como vos con tus viejos.

Punto aparte:

No sabes lo que es el orden, no sabes lo que es la limpieza. ¿Es tu casa? ¿son tus reglas? Mantenela y cumplilas vos primero antes de exigírselas a otro/s.

Que las cosas fuera de lugar, que la pava acá, que los zapatos acá no van, que el tender nuevo, que vos decidís lo que se come o lo que se mira en la televisión.

Sos una mujer despreciable, no tenes cariño propio. Te preocupan banalidades por sobre cuestiones importantísimas de la casa. Y si vos te quejas de esas idioteces, te digo muy resumidamente las cosas por las cuales podrías preocuparte:

Las cucarachas y la suciedad en la cocina, el baño que es un asco para todos los que lo usan (preguntale a tus cuñados, a mi ex, a amigos que he traído), bañar a los perros (que vos decidiste traer a casa), limpiar la mierda del suelo, aconsejar a tu hija sobre el orden y la limpieza en su propia habitación, limpiar la heladera que tiene restos del año '99.

Preocupate por ser una persona que crezca. Sos joven todavía. Fijate el mundo que le transmitís a tu hija. Vos que tanto idolatras a tu vieja, ¿no aprendiste nada de su fetiche con el orden y la limpieza? ¿En serio? ¿Tan incapaz sos?

A mi me tenés podrido. No me como más el verso de que por pagar los impuestos o darnos de comer, es que nos querés. El cariño son las pequeñas acciones, los buenos momentos, te sorprenderías por qué tan increíble puede tornarse una persona teniendo esos procedimientos. Procedimientos que todos tenemos y aprendimos en la vida.

¿Por que vos no los aprendiste?

No esperes más nada de mí. Te supiste ganar mi respeto, ahora te ganaste gran parte de mi desprecio, porque no te aguanto más. Y quedate tranquila que, apenas pueda, me voy a ir.

Y cuando me vaya, porque te conozco, y me vengas a buscar o me llames y me digas que me extrañas como una ex-novia desamparada y patética, no voy a estar más. Ni para vos ni para tus caprichos. Porque te lo ganaste. Porque no voy a cometer los mismos errores que vos y, anhelo, que eventualmente te sirva antes de que te mueras. Porque tenes tiempo pero... con vos uno nunca sabe cuanto puede tomar.

Andate bien a la mierda.